Ya mencionamos antes la versatilidad que nos proporciona el poder de adaptabilidad del trabajo con cargas y la posibilidad de efectuar un entreno específico para cada individuo independientemente de sus características físicas y de los objetivos que busque. Esto nos va a permitir confeccionar rutinas de entrenamiento a personas de muy variada condición y con diferentes espectativas, factores todos ellos a tener muy en cuenta.
En nuestro camino, nos cruzaremos habitualmente con personas que pretendan aumentar ostensiblemente su masa muscular, otras que simplemente quieran mejorar su condición física general, también trataremos en alguna ocasión a individuos con lesiones que han de ser recuperadas, deportistas de otras modalidades que han de mejorar su rendimiento gracias al nuestro, o simplemente, personas que quieran aumentar o disminuir su peso corporal.
FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA REALIZACION DE UN ENTRENO
FACTORES PROPIOS DEL INDIVIDUO
Estado inicial del sujeto:
Para poder confeccionar un entreno optimo y adecuarlo a la situación y expectativas del deportista hemos de averiguar y percibir una serie de datos puntuales de vital importancia.
- Físico.
Relativo a la constitución y naturaleza del sujeto así como a su fortaleza corporal.
Debemos conocer totalmente su estado físico actual, tanto desde nuestro punto de vista, como desde el del individuo. Si ambos criterios coinciden será mucho mas fácil elaborar un programa adecuado y rentable.
Los diferentes biotipos o somatotipos han de tenerse muy en cuenta ya que incidirán notablemente en la respuesta física.
- Sexo.
La condición orgánica ya sea masculina o femenina nos va determinar también el enfoque que hemos de dar al entreno.
- Edad.
Factor de suma importancia, pues el tiempo que ha vivido una persona y el desgaste orgánico que esto supone nos va a condicionar la intensidad y la perspectiva que daremos al entrenamiento.
- Trabajo que desempeña.
Enfocaremos el global del entreno dependiendo del gasto energético que tenga durante su jornada laboral (pocas veces realizaremos rutinas a deportistas profesionales que no desempeñen jornada laboral alguna y puedan dedicarse por completo al deporte). Tenderemos a considerar que no es lo mismo preparar un programa de ejercicios a una persona que esté sentada en una oficina durante ocho horas, frente a otra que esté el mismo tiempo utilizando un pico y una pala, aunque su estado físico sea el mismo.
- Actividad deportiva extra que realiza.
Al igual que la jornada laboral, un deporte realizado a mayores, redundará en más gasto energético por parte del individuo y en cambios en nuestro sistema de trabajo.
- Lesiones.
Si el estado físico del sujeto condicionaba el trabajo a realizar, mucho más importante es conocer las posibles limitaciones con que nos encontraremos si éste padece algún tipo de lesión o incluso saber si sería posible efectuar dicho entrenamiento.
Conocimiento de sus pretensiones y objetivos:
Una vez que tenemos claro el estado inicial del individuo, hemos de saber cuales son las metas, donde pretende llegar y cuales son sus motivaciones.
- Variación del estado físico.
Suele ser el objetivo mas solicitado. Nos encontraremos con personas que deseen aumentar su volumen corporal y otras que deseen reducirlo.
-Las pérdidas de volumen casi siempre vienen a ser semejantes a pérdidas de tejido adiposo.
- Siempre hablaremos de volumen, nunca de peso corporal, ya que no es un punto de referencia que realmente nos dictamine la mejora física de una persona. La fuerza o magnitud con que nos atrae el planeta Tierra no es determinante de nada físico o corporal. Una persona puede pesar unos escasos 40Kgs. y estar tremendamente obesa, mientras que otra con 120Kgs. puede no tener un ápice de tejido adiposo (es el caso de los fisicoculturistas). La obesidad viene determinada por el porcentaje entre la masa magra y la grasa.
Podremos valorar el estado del sujeto con calibres, por métodos de impedancia, por sumergimiento, o simplemente por valoración visual.
Todas estas valoraciones nos servirán como punto de referencia a posteriori.
- Preparación física para otros deportes.
Deberemos conocer perfectamente qué músculos están directamente implicados en el deporte que esta persona practica, y de esta manera tratar de mejorar su rendimiento.
- Las técnicas a desarrollar en esta situación abarcan un amplio espectro, y nos tendríamos que adentrar en sistemas muy complejos en los que la metodología de entreno difiere mucho del hasta ahora expuesto. Las variaciones de ejecución de los ejercicios, los descansos, los ritmos de ejecución, etc., serán, en algunos casos, totalmente diferentes, llegando a utilizar movimientos explosivos, métodos de intensidades máximas, etc.
- Los objetivos variarán dependiendo de la modalidad deportiva. Nos encontraremos diferentes individuos que utilizando el entrenamiento con cargas necesiten mejorar su fuerza, su potencia, su fuerza y su potencia, su fuerza elástico – explosiva, su fuerza isométrica, etc.
- Será determinante saber en qué momento de la temporada se encuentra el sujeto y qué tipo de competición realiza, ya que no es lo mismo preparar a alguien para un campeonato concreto, que mantener en codiciones físicas óptimas a alguien que esté en una competición que dura muchos meses.
- Tendremos en cuenta también las necesidades de compensación muscular. Es muy probable que debido a la práctica de su deporte determinadas zonas musculares estén desequilibradas y sufran una descompensación (es el caso de los tenistas), y acudan a nosotros con el objeto de paliarla.
FACTORES EXOGENOS
Es muy importante a la hora de realizar un entreno con cargas tener en cuenta una serie de factores externos al propio individuo que van a interaccionar de manera fundamental en su eficacia y seguridad.
Zona de ejercicio.
Dependiendo de la cantidad y calidad del equipo disponible podremos realizar entrenamientos de mayor o menor calidad técnica.
Hoy en día existen en el mercado multitud de nuevas tecnologías aplicadas a nuestro tipo de entrenamiento y que todo buen preparador deberá conocer al detalle.
Tendremos también en cuenta otros factores dentro de la sala de trabajo, aunque puedan parecernos menos importantes, como son:
- La ventilación:
La calidad del aire respirado al realizar un esfuerzo influirá notablemente en la respuesta del organismo a este estímulo.
- El suelo:
Tiene que ser resistente y no demasiado duro, procurando que sea algo adherente ya que una perdida de equilibrio causada por un resbalón cuando se trabaja con cargas puede llegar a acarrear funestas consecuencias.
Indumentaria.
- Ropa:
Existen tejidos técnicos que, además de mejorar la comodidad durante la realización del ejercicio, son transpirables y nos permiten mantener una temperatura adecuada, alejándonos de los cambios térmicos bruscos que tanto podrían perjudicarnos.
- Calzado:
Debe estar diseñado para soportar las cargas con que trabajamos, y sujetarnos adecuadamente la estructura del pie. El músculo y el arco plantar constituyen una zona muy delicada que debemos proteger cuando utilizamos cargas muy pesadas.
- Guantes:
Son muy recomendables para evitar que, a consecuencia de la sudoración de la mano, podamos perder agarre durante la ejecución de un ejercicio, y a causa de ello perder el control de la carga utilizada, con el consiguiente riesgo que esto podría acarrear.
También nos protegen de eventuales callosidades y deterioros de la piel.
- Cinturones y vendas:
Cuando el nivel del entreno alcanza cotas de gran intensidad son imprescindibles durante la realización de determinados ejercicios. Nos protegen la estructura articular, ósea y muscular de posibles lesiones, dándonos la seguridad necesaria.
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